DOMINETAR

Dejó de ser tu labial favorito, el color que despertaba tu locura, le quite tu etiqueta, tu recuerdo, tu pertenencia y lo nombre tranquilidad, lealtad y honestidad, lo unte en mis labios, asi le sonreí a la vida con todos los dientes y no hacias falta ya. Dejó se ser tu labial favorito, tu peinado favorito, le quite tus ojos y sali a la luz, de nuevo corri las cortinas que dan justo al atardecer, el atardecer de hoy, único y hermoso el cielo siguio pintando todo de color y también yo. Dejó de ser tu labial favorito, tu canción favorita, le di play tantas veces hasta que dejo de doler, la cante tantas veces hasta que ya no pronuncié tu nombre y te disipaste en la muerte de cada segundo, en un día o dos y te fuiste, como lo dijo aquel poema, en aquella tarde de coloquio, donde hiciste lo que jamas volverías hacer por nadie. Dejo de ser tu labial favorito, tus horas favoritas, y tu vida favorita, tu sueño favorito, el cielo tiene otro color, y mi libro escritos 365...

Te miro de reojo, sin que lo notes, sin que nisiquiera imagines que te miré, que te observo y que llevo bien guardado un recuerdo tuyo, en una cajita en mi corazón. Te miro de reojo cada que puedo, que se me escapa un deseo, que se me acaba el aliento de recordarte sobre mí o debajo, pero conmigo, sin nada, sin nadie, solo tu y yo en un mundo que no existe, una realidad que nos inventamos en el país de las maravillas, yo regando las flores de tu cuello, tu llenando de amor mis corazones, te observo y te guardo en una cajita con tus recuerdos. Te miro de reojo, y tomo fotos mentales de tu sonrisa, de tu presencia y de todo lo que solo yo sé, te miro de reojo y no lo saben, nadie lo sabe que yo se que hay debajo de tu ser, te miro de reojo y al mirarte te recorro dulcemente, te miro de reojo y si te extraño leo mi pierna y se que estarás por siempre,  aquí en mí, aunque nadie lo sepa pero tu y yo sí. Te miro de reojo y te traigo conmigo a casa, te miro de reojo y nadie sa...

Un dia entre lagrimas prometiste otra vida, en carne viva conoci tu interior y con las manos desnudas acaricie tu corazón, era noviembre, era invierno, y en la nieve agonizaba despedazada una vida entera, será a caso por eso que le temo al frío? Su olor me recuerda la desgracia, el camino se partió, la partida estaba pérdida y tu mano era la peor jugada, un día entre lágrimas hablabas de otra vida, en otro mundo, pero a mi lado, era noviembre, era invierno, eras humano, y el destello de tus ojos aún brillaba,  pero llego su fin, se apagoel farol de su amanecer, desolada ausencia que todo lo hinunda y transforma, tu niño herido temeroso y cobarde que todo te hace perder, te soplo al viento como restos de cenizas que a dejado el pasado, exhalando despedidas en un perdón que la vida prometio y cumplió, escrito en el libro de la vida esta, que has de llorar mil noches con mil días  el daño causado a un noble corazón y del río de tu alma,  por cada lagrima que brot...