La carta

Bueno, suficiente, me repeti mentalmente, para inmediatamente después, hacerlo manifiesto por mi voz, así al mencionarlo estaria decretado y a pesar de que nadie lo escuchace, yo sí escuché mi voz entrecortada de decepción nuevamente y que así, está vez por fin ya pudiera ser cierto! Y cumplirmelo. Bueno, suficiente! Se acabó no esperare, ni por un segundo más tu desdiñada carta a mi puerta, pero que se a creido esta damisela que osa jugar con mi desdicha y burla a mi corazón! Basta ya!. Agregué con estúpida inconformidad a mi quejó desbaratado de aparente enojo, que mas bien para su saber, era dolor y decepción, vaya al final de cuentas, yo solo me lo busqué, por andar mal baratando mi amor y dejarme llevar, solo por tener un atributo, de los miles que yo siempre buscó, esta vez solo por uno y no me importo nada mas, pero que se puede esperar de un amor barato, si nomas que sosobras, trechos de sinsabores y decepciones, pero nadie tenia nada que decirme ya...