La carta
Bueno, suficiente, me repeti mentalmente, para inmediatamente después, hacerlo manifiesto por mi voz, así al mencionarlo estaria decretado y a pesar de que nadie lo escuchace, yo sí escuché mi voz entrecortada de decepción nuevamente y que así, está vez por fin ya pudiera ser cierto! Y cumplirmelo.
Bueno, suficiente! Se acabó no esperare, ni por un segundo más tu desdiñada carta a mi puerta, pero que se a creido esta damisela que osa jugar con mi desdicha y burla a mi corazón! Basta ya!.
Agregué con estúpida inconformidad a mi quejó desbaratado de aparente enojo, que mas bien para su saber, era dolor y decepción, vaya al final de cuentas, yo solo me lo busqué, por andar mal baratando mi amor y dejarme llevar, solo por tener un atributo, de los miles que yo siempre buscó, esta vez solo por uno y no me importo nada mas, pero que se puede esperar de un amor barato, si nomas que sosobras, trechos de sinsabores y decepciones, pero nadie tenia nada que decirme ya, yo no era un chiquillo, ya una vez clarisa de tormes me había hecho trizas el corazón,cuando un verano dijo que iria con su padre a galicia y jamás regreso, al paso de los meses, el ama de llaves sin desden y con burla solo oso a decirme:
Joven no dañe mas su reputación y no regrese, solo se que la boda se celebró hace meses.
Jamas olvidaré su pequeña sonrisa gustosa, o quiza fue mi ego dolido que miraba a todos enemigos, pero esta vez no, había decidido, que ninguna seria digna ya de nada, ni un pedazo de los miles que se partió el corazón aquel día, asi que las escuchaba, mas nada creía, mas esta vez, algo fue quiza que tenia solo un atributo de los miles que yo siempre suelo buscar, que al final, termino siendo tan igual a todas las demas, que si la llegaba a extrañar, aun mas en las noches largas de invierno, cuando con sus dulces manos sobaba mi espalda, pero era extraño, los demas días no, los días comunes llegaba hasta olvidar su nombre, es mas debo confesarlo, no lo recuerdo con certeza, quiza ella sintió esa debilidad en mi, el frío, la soledad, su compañía y con certeza decía: hoy me escribirá y yo escribía y ella respondía, enviaba el carruaje y ahí estaba en medio del frio invierno parada, esperando entrar a mi alcoba tibia, por la fogata y mi pasión, esta mañana envie la de la cita de hoy, pense habria pronta respuesta, pues con anterioridad, dias antes envie una previa, para no parecer inoportuno, pero sin respuesta a estas altas horas del anochecer, digo:
Bueno, suficiente, basta ya de malbaratar amor, basta ya de alimentar carroñeros de corazónes heridos, ese atributo no vale mi tiempo, mi atesorado tiempo tiene mas valor, basta ya, termine de decir esta última frase, y de pronto un golpeteo tres veces hacen llamar mi puerta, abro despacio, con cautela, un hombre de sombrero extiende su mano con una carta,
Para usted caballero, dispense la molestia.
Mire la firma, el seudónimo con el que solia firmar, quiza es por esa razón que nisiquiera recuerde su nombre, guarde silenció, tome la carta, se la di a comer al fuego de mi chimenea sin titubear.
Lo dije en voz alta, no me atreveria a corromper mi honor, solo por un atributo, cuando yo siempre busco miles.
Mine.
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